Aqui a la luz de la vela, en el silencio de la noche, las palabras resuenan y se dejan caer cual hoja en otoño qué cae libre y feliz de lo que ha formado parte, el cometido se ha cumplido, estuvo ahi en el momento preciso por un motivo y una razón, con el va y ven del viento, el árbol se mece y suelta todo para renovarse, la estación llegó a su fin, nuevos tiempos y mejores estaciones aguardan a ese árbol qué parece triste y seco, pero no es asi, pues sus raices lo saben volverá a florecer más bello y feliz, que todos quedarán maravillados con sus colores, sus aromas, su belleza y su enorme sombra qué cubrirá a quien sienta el deseo de sentarse a sus pies para sentir la paz y la tranquilidad que trasmite a cada momento de quietud, pues ahora se conoce más, sus enormes raices qué se extienden lo sostienen fijamente, sabe perfectamente que no hay nada que temer.

Los tiempos de fuertes vientos y tormentas ya se han superado y todo ha sido para engrandecerse, sentir la energia que nace dentro de el, porque ahi radica su enorme poder, la madre tierra lo alimenta, la lluvia fresca cae sobre sus ramas como caricias del cielo y el sol lo cobija con su calor, qué hermoso paisaje muestra cada día, cada hora, cada instante.

Isela Olvera


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