A ti Madre que comprendes el dolor y la empatia de lo que trasmiten tus hijos, a ti te digo suelta un instante y confía en él creador, estás aquí por una razón brindar amor, más no sufrir, deja que corran las aguas turbulentas de las tormentas y ahí en la calma, en la quietud se vislumbra el brillo del nuevo sol radiante que te muestra que nada es permanente que todo pasa y todo fluye, todo tiene su razón de ser, en cada alma radica el enorme poder de vislumbrar su nueva energía que nace dentro, desde el fondo de su corazón y que iluminará cada día su camino, ese amor es el poder para cambiar un corazón triste y abatido que súplica consuelo, pero sólo en él radica el despertar de un nuevo sol.


Isela Olvera
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